EL ESTRÉS
El estrés es una reacción fisiológica del organismo en el que entran en juego diversos mecanismos de defensa para afrontar una situación que se percibe como amenazante o de demanda incrementada. Es una respuesta natural y necesaria para la supervivencia, a pesar de lo cual hoy en día se confunde con una patología.
SÍNTOMAS DEL ESTRÉS
– Liberación adrenalina, noradrenalina, cortisol y encefalina
– Aumento de glucosa, plaquetas y aminoácidos.
– Trombosis
– Inmunodeficiencia
– Dolores musculares
– Trastornos de atención
– Diabetes
– Depresión
– Ansiedad
– Dolores de cabeza
– Insomnio
– Indigestión
– Sarpullidos
– Nerviosismo
– Dolor en la espalda
– Estreñimiento o diarrea
– Fatiga
– Dolores de cabeza
Presión arterial alta.
Todos estos mecanismos los desarrolla el cuerpo para aumentar las probabilidades de supervivencia frente a una amenaza
FORMAS DE COMBATIR EL ESTRÉS
Mantener una dieta saludable.
Tener al menos dos ataques de risas (permite la
liberación de endorfina).
Mantener un clima agradable durante el almuerzo,
evitando preocupaciones.
Tomarse un tiempo para la relajación mediante los
juegos de mesas (se comprobó que estos tipos de juegos tranquilizan la mente).
Realizar ejercicios respiratorios.
–
Presión arterial alta. Todos estos mecanismos los desarrolla el cuerpo para
aumentar las probabilidades de supervivencia frente a una amenaza
FACTORES DESENCADENANTES DEL ESTRÉS
Los
llamados estresores o factores estresantes son las situaciones desencadenantes
del estrés y pueden ser cualquier estímulo, externo o interno que, de manera
directa o indirecta, propicie la desestabilización en el equilibrio dinámico
del organismo (homeostasis).
Pueden
ser:
1.
Situaciones que fuerzan a procesar información rápidamente.
2.
Estímulos ambientales dañinos.
3.
Percepciones de amenaza.
4.
Alteración de las funciones fisiológicas.
5.
Bloqueos en nuestros intereses.
6.
Presión grupal.
7.
Frustración.