La reflexología del pie
La sensibilidad de los pies es más profunda que las manos aunque creemos, que son nuestras
manos. y es por la gran cantidad de terminaciones nerviosas que poseen y en
parte gracias a que los mantenemos cubiertos y protegidos. Más de una vez, al
ir a meternos al baño, hemos probado la temperatura del agua con la mano y
encontrándola bien, al meter los pies hemos sentido el agua muy caliente
Tendríamos que tener en cuenta que los pies son
nuestro contacto con la tierra y con las energías que fluyen a través de ella,
son nuestra base, nuestros cimientos. Unos pies bien asentados son imagen de
estabilidad y seguridad. Soportan nuestro peso a lo largo del día, están gran
parte del tiempo, sometidos a una fuerte presión, y encima los embutimos en
unos zapatos que no siempre son los más adecuados. Y aun a sabiendas de su
fragilidad los cuidamos muy poco ..
Sería bueno conocer que la superficie cutánea existen
diferentes tipos de receptores nerviosos de la sensibilidad, como los del tacto
(presión), dolor, calor y frío. En cuanto a los receptores del dolor, existe
una mayor cantidad por unidad de superficie mucho mayor que el de otros
receptores de la sensibilidad. Mientras que por término medio hay unos 30
receptores del tacto por cada centímetro cuadrado de piel, puede haber unos 200
receptores del dolor en la misma área.
Desde un punto de vista puramente anatómico cada pie
tiene treinta y tres articulaciones inervadas por centenares de nervios. La
condición del pie es un reflejo fiel del estado de los principales sistemas del
cuerpo humano: piel, esqueleto y musculatura, aparatos secretor, nervioso y
circulatorio. Aquellas personas que tienen una circulación sanguínea
deficiente, suelen mostrar pies y manos frágiles e hinchados.
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