martes, 2 de junio de 2015

Como tratar el cabello ¿Desde dentro o desde fuera?




 Como tratar el cabello 
¿Desde dentro o desde fuera?



El desastre de Fukushima nos ha dejado clara una cosa: no es posible dar marcha atrás a determinados procesos una vez iniciados. Como mucho se puede suavizar su efecto y evitar lo peor. Esta lección puede sin duda aplicarse al cuerpo humano. 

El proceso de envejecimiento, algunas carencias del organismo, la impotencia o los problemas con la línea tienen una causa. Sin embargo, de acuerdo con los tiempos que corren, al igual que en Fukushima, la medicina se centra en esos casos en tratar sólo los síntomas y no la causa que los provoca.

En el tratamiento de la caída del cabello tenemos que preguntarnos, al igual que en el resto de los aspectos de la vida, lo siguiente: ¿Tratamos las causas o los efectos? ¿Comenzamos con el tratamiento cuando ya ha comenzado su proceso y es irreversible, o empezamos a tratar de modo preventivo antes de que se desarrolle? Hace 2500 años que Buda nos enseñó que si no quieres experimentar los efectos de algo tienes que evitar sus causas. 

En las causas genéticas de la caída del cabello no podemos influir. Nos han sido dadas a lo largo de muchas generaciones y no podemos, por tanto, decir nada al respecto. Sin embargo, en los casos de caída del cabello por causas alimenticias u hormonales seguramente sí que podamos influir de algún modo.
Una alimentación pobre en nutrientes, la comida rápida, los productos de harina blanca, los pesticidas de la verdura y la fruta, los aromas artificiales, el azúcar y otros edulcorantes, entre otros, no ayudan a nuestro organismo a recibir los nutrientes necesarios que cada célula de nuestro cuerpo necesita. También las células capilares piden los nutrientes necesarios para su desarrollo. 

Pero en su lugar, inflamos el organismo con carne comprada en el supermercado y cebada con productos químicos, pesticidas, hormonas y antibióticos, que inevitablemente se aplican en la producción ganadera. Por esta vía introducimos en nuestro cuerpo muchas hormonas que nos trastornan el organismo.

 Es muy posible que aquí se encuentre una de las causas por las que cada vez a más hombres jóvenes, grandes devoradores de carne, se les caiga el cabello de modo tan prematuro.
El efecto de aquello que se encuentra en el organismo es difícilmente regulable de modo externo con, por ejemplo, un champú. 

Sólo puede regularse desde el propio cuerpo. Ya habremos logrado mucho si conseguimos mejorar el nivel de los nutrientes que hay en el organismo. Por una parte, podemos conseguirlo dejando de lado todo aquello que sea perjudicial para el cuero cabelludo. 

Podemos, por ejemplo, sustituir el champús químicos por otros naturales que dañen menos el cuero cabelludo.
Por otra parte, podemos aportar al cuerpo los micronutrientes necesarios con el aporte de suplementos, así como mejorando los hábitos alimenticios. Ambos caminos son necesarios si queremos mejorar el crecimiento del cabello, la formación de células y el riego sanguíneo.
Tarda más en hacerse visible el efecto deseado, pero lo cierto es que  no existen los milagros, por mucho que así quiera hacérnoslo creer la industria publicitaria.

 El cabello que a diario nos encontramos en el cepillo o en el peine nos obliga a plantearnos si habremos hecho lo suficiente para prevenir la caída del cabello.
Si la calvicie es un problema de familia, entonces no tendremos muchas posibilidades de hacer algo en contra, pero si se trata de un problema producto de un tipo concreto de alimentación o bien de una carencia de nutrientes, tan habitual debido a las costumbres alimenticias actuales, entonces podemos hacer algo.

 Lo mismo vale para los problemas de caída del cabello por cuestiones hormonales.  Ahí podremos, como mínimo, evitar que más hormonas entren en nuestro organismo de  modo indeseado.
 Además, podremos mejorar el efecto de las hormonas sobre el crecimiento del cabello tomando suplementos de micronutrientes, aminoácidos y minerales.

 Combinaciones de preparados con aminoácidos y sustancias como la biotina, el ácido fólico o el cinc precisan de un tiempo de arranque. No es posible rellenar los depósitos vacíos del cuerpo en un día.
En un primer momento se trata de suministrar el aporte diario necesario de dicho nutriente. Con el consumo de agua mineral nos preocupamos además de que dichos nutrientes lleguen a las células del cabello y a los más pequeños capilares. 

Información generalizada

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