Los tres factores que favorecen la caída del cabello.
Fumar
Pecados de la
alimentación
Estrés
Tres son los factores que aumentan el riesgo de padecer de caída del
cabello.
Especialmente en el caso de los hombres, a pesar de
que el componente genético juega un papel muy importante (en la llamada
alopecia androgénica), existen algunos comportamientos que aumentan
considerablemente las probabilidades de sufrir de alopecia. Si se evitan estos
comportamientos al menos se podrá reducir notablemente el riesgo de perder
pelo.
Fumar
Los últimos estudios sobre el tabaco confirman que,
sobre todo en los casos de una predisposición genética previa para la caída del
cabello, fumar aumenta considerablemente dicha caída.
De ello se hace eco
sobre todo un estudio llevado a cabo por científicos del Hospital Far Eastern
Memorial junto con la Universidad Nacional de Taiwán. Para ello entrevistaron y
tomaron muestras a 740 hombres de entre 40 y 90 años de edad.
El resultado del
estudio fue alarmante en el caso de los fumadores, pues se determinó que el
riesgo de padecer caída del pelo androgénica era un 80% más elevado en el caso
de los fumadores que en el de los no fumadores.
El panorama es todavía peor
para los fumadores empedernidos que consumen diariamente 20 o más cigarrillos,
pues el riesgo de padecer caída del cabello androgénica es, en estos casos, y
según el estudio, incluso mayor al 130%.
Para evitar que la variable de la edad
pudiera alterar el resultado del estudio, se compararon los resultados por
grupos de edad.
Los motivos de este aumento del riesgo para los fumadores
todavía no están claros. Se piensa que fumar podría tener efectos negativos
sobre las hormonas y, sobre todo, que el daño que los componentes nocivos del
tabaco causan en las arterias del cuerpo repercute directamente sobre el
cabello, pues este recibe sus nutrientes a través de dichos vasos sanguíneos.
Sobre la importancia de una ingesta adecuada y
suficiente de nutrientes hablaremos más adelante.
Pecados de la
alimentación
Cuando la primavera despunta y la idea de la llegada
del verano y las vacaciones en la playa comienza a perfilarse, para muchos
llega de nuevo la hora de pasar hambre con el fin de poder lucir el tipo en
bañador, sin esos kilos de más que se han acumulado durante los largos meses de
invierno.
Algunas dietas no aportan los suficientes nutrientes
al cuerpo. Esto no es sólo perjudicial para la salud, sino que, al igual que
otros tipos de dietas pobres en nutrientes, favorece la caída del cabello.
Especialmente perjudiciales son las dietas pobres en proteínas y aquellas en
las que la ingesta de calorías no llega a las mil diarias.
Para un crecimiento saludable, el pelo necesita no
sólo vitaminas, sino también aminoácidos y oligoelementos.
Si alguno de estos
nutrientes no se suministra de modo suficiente, la caída del cabello puede ser
una de las más inmediatas consecuencias. Científicamente comprobado está el
hecho de que una carencia de biotina (también conocida como vitamina H o B7)
así como de cinc o de hierro son fatales.
La falta de hierro es especialmente
común en las dietas vegetarianas, pues el hierro suele encontrarse sobre todo
en la carne y sus derivados. Una solución para quienes mantienen una dieta de
este tipo sería tomar suplementos con estos componentes combinados en una
cantidad adecuada.
Estrés
Está científicamente comprobado que el estrés puede
empeorar o incluso provocar la caída masiva del cabello.
Este dato ha sido
especialmente constatado en algunos centros de caridad y ayuda para personas de
escasos recursos, donde se ha podido comprobar cómo el estrés emocional acorta
la fase de crecimiento del cabello y puede provocar inflamaciones en las raíces
capilares.
El estrés parece ser un factor especialmente determinante en la
llamada alopecia difusa (efluvio telógena).
Si además puede ser un factor de riesgo en la llamada
alopecia areata (caída circular del cabello), es algo que aún está sometido a
discusión, pero probablemente también sea un factor a tener en cuenta.
Sin embargo, hace poco que científicos norteamericanos
descubrieron por casualidad que con el péptido (tipo de moléculas formadas por
la unión de varios aminoácidos) Astresssin B no sólo se reducía la caída del
cabello motivada por el estrés, sino que además aumentaba el crecimiento del
cabello.
En cualquier caso, hasta ahora sólo se han realizado pruebas en
ratones. Incluso si se llega a probar con éxito en humanos, tendrán que pasar
años hasta que los afectados puedan beneficiarse de los efectos del Astressin
B.
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